Descubre tu estilo emocional y las claves para mejorar tu inteligencia emocional

En coaching hablamos mucho de inteligencia emocional, es un aspecto clave del desarrollo humano, como lo menciono en mi artículo las 4 claves del desarrollo del potencial humano.Pero este es uno de los elementos en los que pocas veces profundizamos y somos capaces de evaluar objetivamente, y es que cuando hablamos de emociones pareciera que lo objetivo es imposible. En este artículo te hablo sobre las categorías de estilos emocionales que uso como herramienta para acompañar a mis clientes a ser objetivos respecto a su inteligencia emocional y establecer un plan concreto para desarrollarla.
Basándome en los estudios científicos sobre inteligencia emocional del doctor Richard J Davidson, y usando sus categorías, he desarrollado mi propia herramienta para ayudar a mis clientes a descubrir su estilo emocional. De esta forma podemos explorar los elementos que describe el autor:
Resiliencia: Recuperarte ante los golpes de la vida
En este aspecto exploramos los elementos que nos muestren que tanto tiempo toma que te recuperes de los llamados “golpes de la vida”, esos incidentes que a cualquiera le hacen tambalear. Reconocer este aspecto es importante por que nos muestra cómo enfrentas las pérdidas y transitas tus duelos, no hay un tiempo ideal, pero si hay sesgos hacia hacerlo “muy lento” o “demasiado rápido”, que nos dan claves sobre cómo trabajar en ejercitar este músculo de la inteligencia emocional.
La clave: el mejor ritmo de recuperación es en el que logras restituirte, aprender y trascender la experiencia.
Perspectiva: El tono de tu narrativa de vida
En este eje, exploramos cuál es el tono en el que te hablas, te “echas porras” o te “tiras al suelo”, y cómo gestionas cuando alguien te habla en el tono opuesto al que usualmente tú mismo te hablas. También si te interesa, puedes explorar de dónde surge ese tono y por que lo construiste así, para después ser objetivo a la hora de modificarlo o mejorarlo.
La clave: la narrativa que te inspira es la que tiene el tono adecuado, ni muy rosa ni muy negra.
Inteligencia social: Leer al otro correctamente
Moviéndonos hacia tus interacciones, el elemento que le sigue es cómo te relacionas socialmente y qué tan capaz eres de leer las pistas sociales que otros te envían. Eres capaz de leer a las personas, o no, este aspecto es clave en tu inteligencia emocional y al explorar este aspecto sabremos cómo estructurar dentro del plan elementos que te permitan desenvolverte con mayor coherencia y alineación con las demás personas.
La clave: responder a un entorno social de manera natural, en la que las personas saben qué esperar de ti y también saben que cuentan contigo.
Autoconciencia: Capacidad de auto-observarme
Regresamos a tu capacidad de conocerte, de estar consciente de ti pero en función a otros. Cuando alguien te sorprende con una observación de algo que jamás has estado consciente de ti mismo, sabes que este eje necesita trabajarse más. En mi artículo sobre las 4 claves del desarrollo del potencial humano hablo de esto como la primera de ellas.
La clave: nunca terminas de conocerte, mantener apertura y curiosidad, sin un “yo así soy” cerrado y tampoco una desconexión de lo que otros opinan de tí y lo que tu crees ser.
Sensibilidad al contexto: Saber que, cómo y donde
Saber qué decir, cuándo decirlo y con quienes, es un músculo que vas ejercitando conforme te desenvuelves en un entorno social. No es lo mismo enviar un meme a tu grupo familiar que a tu equipo de trabajo. Hay señales que debes leer también del entorno que te van dando claves sobre lo que es correcto e incorrecto, ¿sabes leerlas?. En este eje descubres tu nivel de sensibilidad al entorno y tu habilidad de adaptarte a él.
La clave: la mejor sensibilidad es la que te permite funcionalidad, ni paralizarte por sentirte abrumado y tampoco demasiado agresivo.
Atención: La capacidad de atender lo importante
Y finalmente, de nuevo frente a un contexto y tu interacción con el entorno, este elemento te ayuda a reconocer tu capacidad de enfocarte en lo necesario para lograr determinada tarea, esta capacidad de eliminar el ruido interno y externo que te distrae de lo que en el momento se defina como lo más importante, incluso tu capacidad para determinar qué es lo más importante en un momento dado.
La clave: atención plena, entre más presente te encuentres serás capaz de prestar atención a lo necesario, ni preocupándote de más por el futuro y tampoco siendo descuidado e improvisado.

